Sunday, July 08, 2007

q pasa entre las horas?

654.- Corseaux '96
q pasó. ¿dónde fuiste? ¿En qué momento nos perdimos?


Saturday, April 14, 2007

Enviaron un proyecto. Es la tercera o cuarta vez. Esperemos que rinda frutos...muy temprano aún para cantar victoria.

Thursday, June 29, 2006

Encontré esto por ahí


Reforma al sistema binominal

¿El fin de la Concertación?

Por primera vez luego del regreso de la democracia, el sistema electoral está a punto de ser reformado, gracias al encargo de un proyecto de ley por parte de Michelle Bachelet a la comisión encabezada por Edgardo Boeninger. Los expertos opinan que la Alianza por Chile será la principal beneficiada y pronostican la ruptura de la Concertación.


¿Cómo es que los principales propulsores de un cambio al sistema electoral chileno sean los principales afectados? Juan Esteban Montes, quien dirige el Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad Andrés Bello, explica que ya no habrá ataduras que unan a los partidos para juntarse en listas parlamentarias, algo obligado con el binominal.

El director del Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad Andrés Bello prevé el término de los incentivos electorales que mantienen junta a la coalición de gobierno y destaca los beneficios del cambio para la Alianza por Chile.La comisión Boeninger le entregó al Ejecutivo tres propuestas para un futuro proyecto de ley.


Además, si se elimina este sistema, habrá entre un 5 y un 7 por ciento de la población, cuyos votos beneficiaban hasta ahora a la Concertación, que se irán a su destino inicial: el pacto Juntos Podemos, que reúne a comunistas, verdes y humanistas. Todos ellos votaban hasta ahora por el mal menor, por la izquierda intra-parlamentaria.

El nuevo rostro de la política chilena

Con el cambio, se pasará de un sistema mayoritario, donde las dos listas con mayor votación sacan cada una un candidato, a uno proporcional, donde los dos candidatos con mayor votación serán los elegidos. Para Montes esto tiene una repercusión clara en el espectro de los partidos: cada cual luchará para sí mismo.

Y para la Concertación, esto es fatal. Debido a las pugnas de poder entre el bloque Partido Socialista-Partido Por la Democracia (PS-PPD) y la Democracia Cristiana (DC). Los pactos podrían ser más probables, de ahora en adelante, con Renovación Nacional.

¿Qué gana la Alianza, entonces? Para Montes, el binominal impone la división en dos coaliciones. Pero, de aquéllas siempre ha ganado la Concertación. Si se rompe el binominal, se rompe este círculo y la derecha tiene más chances de ganar la elección presidencial. Es decir, es más probable que la Democracia Cristiana siga sola adelante.




De no existir el binominal, el científico especula que la candidatura de Soledad Alvear podría haber llegado hasta el final, independiente del grupo oficialista PS-PPD y, en caso de perder, la DC podría haber apoyado más fácilmente a Piñera. Es por ello que la derecha podría multiplicar sus chances de llegar a La Moneda.


Sistema proporcional: los dolores de parto

“Se acaban los incentivos a todo nivel para seguir en las viejas coaliciones fijas, y están todas las oportunidades para formar nuevas alianzas que serán sólo circunstanciales, en vistas de obtener alguna ganancia política,” concluye Juan Esteban Montes.

José Miguel Izquierdo, del Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad Diego Portales, no comulga con Montes, y considera que cualquier especulación es “un ejercicio fútil”. El experto adhiere a la postura de Andrés Tagle, la que considera que un cambio en el sistema electoral conlleva consigo efectos mecánicos y emocionales en la población, lo que supone un posible reordenamiento de las fuerzas políticas.

El científico político desconfía de que la reestructuración de las normas implique una vuelta de timón completa en el panorama chileno. “Este es un país presidencialista, es el Jefe de Estado quien concentra el poder”.

El investigador de la Universidad Diego Portales sostiene que el llegar al Ejecutivo es el fin máximo de un partido, y un aliciente muy feroz para mantener las coaliciones, más allá del binominal. “Esta competencia por sacar a un Jefe de Estado reduce el número de partidos, para concentrar los esfuerzos”, explica José Miguel.


La ironía de la idiotez

¿Riesgo=Polarización?

Cae el argumento de que cambiar el binominal desestablizaría el sistema al provocar una fragmentación similar a la de los tiempos de la Unidad Popular, donde el país estaba dividido en los famosos 3 tercios. “Quienes miran sólo el mundo parlamentario están en un error, lo importante aquí es La Moneda.”

Juan Esteban Montes insiste, en cuanto a él, con un debilitamiento concertacionista, justamente desde un punto de vista presidencial: teme que la DC no aguante que le impongan a otro presidente socialista, y se verá abierta a buscar nuevos socios, de los que RN serían ideales, dada su cercanía en temas valóricos, la agenda que se viene, adelanta el científico.

El investigador de la Andrés Bello concuerda sí con Izquierdo en pensar que no es tan evidente que una fragmentación del espectro de partidos derive en un ambiente polarizado: “Eso ocurrió en tiempos muy especiales, la Unidad Popular se dio en plena Guerra Fría, con un enfrentamiento ideológico y filosófico, casi totalitario, de doctrinas profundas, no es el caso en la actualidad”.


Operación Boeninger

Se veía venir. Pepe Auth, científico político de Chile XXI, asegura que el binominal era el gran tema después de las elecciones presidenciales que tuvieron como vencedora a Michelle Bachelet: “Consulté a los partidos durante las elecciones, y en la Concertación, cada cual estaba elaborando su propio proyecto”. Los únicos que no, eran de la UDI, pero incluso Sebastián Piñera se mostró abierto a una opción de reforma. “No hay democracia real con política enferma”, había expresado el candidato.

Es por ello que Auth presentía lo que finalmente pasó: apenas asumida como Presidenta, Bachelet designó a Edgardo Boeninger como jefe de una Comisión de expertos que analizaría nuevas alternativas al sistema electoral. Ésta le entregó sus conclusiones - bajo la forma de 3 propuestas - el 9 de junio al Ministro del Interior, Andrés Zaldívar.

Los efectos del cambio al sistema electoral dependerán mucho de cuál será la opción que apruebe finalmente el Parlamento”, afirma Juan Esteban Montes, ya que las propuestas de la comisión Boeninger son varias “y, lo más probable, es que ninguna de ésas sea la que vea la luz tras el debate en el Congreso, sino una variable definitiva que nazca de la discusión”.



Ataque a la médula

Las conclusiones del informe Boeninger, acerca de la Ley 18’700 de elecciones (lugar del binominal en la Constitución), son demostrativas: “falta de competitividad, baja representatividad”, exclusión de terceras fuerzas y barreras para el acceso de las mujeres al poder legislativo.

“Aunque se llegue a algo poco diferente, el impacto de cualquier modificación en los sistemas electorales es enorme y es por ello que éstos se encuentran en la médula de todas las constituciones del mundo,” precisa Montes. El experto es enfático: por diseño de los ejes de poder, las reformas en esta área son las que tienen más impacto sobre el sistema político y los partidos.

La Mandataria piensa emplear su mayoría parlamentaria para hacer pasar la reforma más dura de obtener, a pesar de haber sido planteada numerosas veces, durante todos los gobiernos concertacionistas. Es lo que Óscar Godoy, investigador del Centro de Estudios Públicos, cataloga como “el gran capítulo pendiente de la Transición, un sistema perverso”.

Las matemáticas de la ira

¿Por qué es tan torcido este sistema para sus detractores? El ejemplo por excelencia se dio en la primera votación parlamentaria post-dictadura: Jaime Guzmán, el líder fundador de la UDI y quien diseñó las matemáticas tendenciosas del sistema electoral de la Constitución de 1980, le arrebató la plaza de Senador por Santiago Poniente a Ricardo Lagos, a pesar de tener decenas de miles de votos menos que él.

El binominal impone que sean elegidos los candidatos con más votos de las listas mayoritarias, lo que implica que siempre habrá uno de cada lista grande que sea elegido. En términos prácticos: no importan los votos, siempre habrá un candidato electo de la Concertación y otro de la Alianza por Chile.

El pacto Juntos Podemos ha sido el más afectado por el binominal, ya que a pesar de obtener una votación suficiente para tener parlamentarios en un sistema proporcional, se quedan afuera en el otro, el que rige en Chile. “Según David Altman”, indica Izquierdo, “El Juntos Podemos debería sacar entre 5 y 7 parlamentarios en un sistema proporcional perfecto.”



Contradicción vital

Para J. Montes, quienes más sufren por el sistema chileno serían sus propios defensores: la derecha. Jaime Guzmán ideó esta estructura para obligar a los partidos a conformar dos bloques, que tendrían representación estable en el parlamento: mitad y mitad. Esto evitaría la división en 3 tercios, izquierda-centro-derecha, que nació con la Democracia Cristiana en los sesenta y que se polarizó hasta el quiebre institucional del Golpe de Estado de 1973 por parte del general Augusto Pinochet.

“El binominal tiende a sobre-representar a la primera minoría, en este caso la derecha, la que pasa de un 30% de votos obtenidos a un 50% de candidatos elegidos (gana un 20% gracias al binominal)”, argumenta Juan Esteban Montes.


And the winner is…

“Estos votos son sólo del Parlamento”, sostiene Montes, respecto a la tesis de Izquierdo de un país presidencialista. Ahí está la clave para la derecha. “Si el país se separa en tercios, de nuevo, existen más chances de llegar a La Moneda”. En lenguaje más básico: si la derecha seduce a un centro que ya no está obligado a depender de la izquierda y que podrá perfectamente coquetear con la Alianza por Chile, de ahora en adelante. “Los mismos partidos deberán tender a cambiar su oferta y aumentar su sensibilidad con respecto a las preferencias del electorado”, asiente Izquierdo, de la Universidad Diego Portales.

Monday, February 20, 2006

el regalo de matrimonio

Its over
yeah it's over
now
come play with me

>The wedding present, hit parade, 1992

Thursday, December 08, 2005

Los únicos defensores: el think tank de Lavín.



Think tank es una buena palabra. "Tanque de pensamiento": centros de estudios, de encuestas, universidades...todo un aparato moderno que se emplea en la ciencia política para generar un pensamiento acorde a las
líneas de tal o cual conglomerado, esto es un filtro que muchas veces presume de independencia, pero que generalmente tiene a alguien detrás.
Y sí, alas para Chile está tras el Libertad y Desarrollo. Para completar la panorámica al sistema binominal, exponemos aquí aquellos que defienden lo indefendible...a ojos de los democrátas. Encuéntrele la quinta pata al gato:

Reforma al Sistema Electoral:
¿Conviene al País?

En este sentido existe un “trade off” si
se gana en efectividad se pierde en representatividad
y viceversa.
Una de las razones que se ha
esgrimido para modificar el sistema
binominal es que éste sería
poco representativo y por lo
tanto poco democrático. Sin
embargo, como han demostrado
variados estudios .........................

¡¡¡¡¡Joya!!!!!



En cuanto a la nutrida literatura existente en torno al sistema binominal, la mayor parte es técnica y está mal redactada. He aquí una joya, entonces, el binominal desde el punto de vista de un escritor. El binominal es freak, pero que un autor reconocido escriba al respecto... Bromas aparte, me encantó Gracia y el forastero.
Helo aquí, de la mano de Guillermo Blanco, si no le entienden a él, aprendan a leer de nuevo...

Sistema binominal: “Aliados irreconciliables”
Por Guillermo Blanco. Periodista, escritor.
No parece buena idea que la regenta de un prostíbulo sea quien trace los planos de un convento, fije las normas para entrar en él y redacte las reglas que deben cumplir sus monjas. Como que uno buscaría por otro lado antes de resignarse a la idea. O, para no andar con leseras, se negaría a resignarse, sencillamente. Y menos si la regenta insistiera en que sus pupilas -incluso las ateas- se incorporaran en plenitud a los claustros.
Rebuscadón el ejemplo, pero quizá sea necesario en un país donde hemos perdido de vista la lógica de algunas cosas fundamentales. ¿Lógica? Gran parte de los chilenos ni siquiera la busca. Acepta arar con los bueyes que hay, por el solo hecho de que hay bueyes.
La regenta, en este caso, sería la dictadura. El convento por erigir, la democracia. Metáforas aparte, el hecho real es que todavía debemos guiarnos por pautas impuestas desde el prostíbulo. E ideadas, no olvidemos, por una administración prostibularia que nunca creyó en conventos, y con la ayuda de “niñas” manifiestamente herejes (mientras convino). Es para el libro de Guinness: un dictador que dicta la forma de vida que llevará su país cuando vuelva a ser libre. Libre de él, por lo demás.
Es lo que pasa en Chile.
Y los resultados son más o menos los mismos que sufrirían las religiosas orientadas por la regenta. Su ámbito conventual tendría un persistente sabor a casa de remolienda. Sobre todo -como hoy en nuestro país- si las reglas heredadas del lenocinio incluyeran la incorporación de las “niñas” a los claustros y, además, ciertos privilegios para aquellas que optaron por convertirse (cuando convino).
La campaña actual está tan llena de situaciones descabelladas, que uno se tienta de cambiar el ejemplo y ponerse a imaginar una universidad concebida por los internos de un sanatorio para enfermos mentales.
Lo primero que llama la atención es que la competencia se da peor entre los del mismo lado, no entre ellos y los del otro, como sería de esperar. Es verdad que las dos derechas disparan contra el gobierno y contra la candidata de la Concertación. Pero la contienda más directa y más enconada la llevan ambos... ¿aliados les llamaremos aún? ¡Dicen o insinúan cada cosa el A del B!
Hasta cierto punto este problema no es atribuible a la regenta diseñadora ni a su equipo de “niñas”.
Sí lo es el turbio sistema electoral que permite, por ejemplo, la irracionalidad de que no siempre gane el cargo el que ganó la elección. Un caso clásico: en la primera elección parlamentaria post-dictadura, Jaime Guzmán “derrotó” a Ricardo Lagos con menos votos. Fue una perla binominal: el vencedor con minoría, el vencido con mayoría. Aun así, el senador minoritario aconsejó a su rival que aprendiera a ser modesto.
Se ha hecho lugar común llamar perverso a este régimen electoral. Sus defensores sostienen que es algo así como “más representativo” (¿más representativo de los herederos de la dictadura, será?). Gracias a él, durante la democracia, las “niñas” han equiparado fuerzas con quienes las superan en votos. Todas las elecciones las ha ganado la Concertación pero, por lo corrupto del sistema, la ventaja en esas cifras no da igual ventaja en el Parlamento.
¿Qué es, en estos días, lo que ocupa con mayor intensidad a los electores y observadores de la campaña? ¿Qué competencias atraen a los periodistas del sector? ¿Dónde se da el suspenso con que se mira a diciembre? ¿Dónde ver las punzadas y los puntapiés bajo la mesa?
No es entre los opuestos: es entre los socios. Hay circunscripciones en que incluso cuesta saber quién es el rival de quién, a juzgar por lo que dicen. En Santiago oriente, Soledad Alvear representa a la Concertación. Por la derecha van Pablo Longueira y Lily Pérez, aliancistas. No aliados, al parecer: entre ellos se da el juego recio. Sus campañas apuntan más hacia el lado que hacia el frente. Sus discrepancias y pullas salen a cada rato en la tele y en los diarios. Son ambos los que dan gusto a los que quieren “ver pelea”.
Es una situación llamativa: no única.
La Concertación mal podría lanzar la primera piedra. De hecho, si alguien quisiera hacer una lista de enconadas luchas internas en las coaliciones, no andaría muy lejos de la nómina total de candidatos. La desavenencia es un signo de nuestros tiempos. La lealtad mutua, un eje de la nostalgia. Ser consecuente equivale a ser ingenuo. Si lo esencial es ganar, se empieza por aplastar al del lado. Al correligionario, al amigo, al compañero de ideales, deles duro.
No es que se trate de malas personas ni gente de bajos instintos -aunque unos cuantos habrá-: es que el sistema hace inevitable ser desleal. Crea aliados irreconciliables.
Jodida herencia la que dejó la regenta.
No, para construir un puente no es cuerdo llamar a un abogado. Ni a un dentista para llevar un pleito. Ni a un enemigo de la democracia para normarla. En nuestro caso, la demencia del diseño institucional fue más lejos. Como si se obligara a los cirujanos a operar sometiéndose a un manual hecho por un carnicero.

Sistema binominal y calidad de la democracia



En el siguiente artículo, la autora K. Barrales - nuestra agente k de hoy, la señora "k" - analiza esta herencia de la dictadura llamada sistema binominal y su relación con una democracia limitada y de baja calidad en Chile, y elucida la situación kafkiana de las elecciones en Chile:

Sistema Binominal: tensiones electorales y calidad de la democracia
Las tensiones electorales y las distorsiones en el quehacer político observadas en las últimas semanas en nuestro país, han impulsado a distintos sectores políticos a cuestionar sistemáticamente el sistema electoral binominal heredado de la dictadura ya que éste, además de no ser democrático en su origen, es poco democrático en sus resultados. por Katerin Barrales Guzmán

El panorama político institucional que la ciudadanía ha observado en las últimas semanas en nuestro país ha dejado ver una serie de colisiones entre personajes y colectividades políticas en razón de sus intereses parlamentarios. Estos acontecimientos han evidenciado -con mayor radicalidad que otras veces- una de las tensiones eleccionarias propias del sistema binominal chileno; esto es: la disputa que se da entre los partidos de un mismo conglomerado político por conseguir los cupos para llevar en las listas de candidatos a diputados y senadores a representantes de su propia colectividad.

Dichas tensiones electorales, y las distorsiones en el quehacer político que se generan como consecuencia, han llevado a algunos sectores políticos a cuestionar sistemáticamente la pertinencia y sustentabilidad del sistema electoral binominal de nuestro país. Pero, más allá de querer aminorar las tensiones partidarias, el cuestionamiento al actual sistema electoral y la búsqueda de alternativas debiera estar motivado por una real voluntad de profundizar nuestra democracia, en tanto ésta exige una mayor representación de la diversidad política y ciudadana y la remoción de las leyes constitucionales heredadas de la dictadura militar.

Los sistemas electorales merecen un análisis de gran complejidad, al cual no atenderé acá, simplemente me bastará con reconocer que -en lo que a elecciones parlamentarias se refiere- dicho análisis involucra tres factores: el sistema de conversión de votos a escaños, según sea el criterio proporcional o mayoritario; la conformación y el tamaño de los distritos o circunscripciones electorales; y finalmente el sistema de candidaturas, según sean listas abiertas o cerradas.

La conformación de los sistemas electorales en cada uno de los países presenta gran diversidad y multiplicidad, por lo que se calculan unos 150 sistemas en todo el mundo. En el caso de Chile, el sistema electoral es heredado de la dictadura militar y se encuentra contenido en la Ley Orgánica Constitucional N° 18.700 sobre Votaciones Populares y Escrutinios, que consta en la Constitución de 1980.

He aquí uno de los principales puntos por el cual se ha venido a cuestionar de manera sistemática. Sin embargo, el sistema electoral chileno no sólo admite críticas en cuanto a su origen no democrático, sino también en cuanto a sus resultados o consecuencias prácticas poco democráticas, ya que excluye de la competencia a sectores políticos que no representan a las dos grandes coaliciones de partidos: Concertación (DC, PS, PPD y PRSD) Alianza por Chile (UDI y RN).

En efecto, para el caso de las elecciones parlamentarias, en que se eligen 2 diputados por cada uno de los 60 distritos diputacionales y 2 senadores por cada una de las 19 circunscripciones senatoriales, el carácter binominal y mayoritario de nuestro sistema estipula que “el Tribunal proclamará elegidos Senadores o Diputados a los candidatos de una misma lista, cuando ésta alcanzare el mayor número de sufragios y tuviere un total que excediere el doble de los que alcanzare la lista o nómina que le siguiere en número de sufragios.

Si ninguna lista obtuviere los dos cargos elegirá un cargo cada una de las listas o nóminas que obtengan las dos más altas mayorías de votos totales de la lista o nómina, debiendo el Tribunal proclamar elegidos Senadores o Diputados a aquellos candidatos que, dentro de cada lista o nómina, hubieren obtenido las más altas mayorías”.

En términos prácticos o de resultados electorales, lo que se observa es que el carácter binominal y mayoritario del sistema chileno presenta claras garantías a que exista una representación política equivalente entre la primera y la segunda mayoría, las que corresponden a las dos grandes coaliciones de partidos: Concertación y Alianza por Chile, de modo tal que se equiparan las fuerzas de los dos mayores conglomerados políticos del país.

En términos estrictos, la binominalidad garantiza la elección de un candidato de cada coalición política, ya que sólo en situaciones excepcionales los 2 candidatos de una misma lista logran doblar en votación a los 2 candidatos de la otra, por lo cual la lucha verdaderamente se da al interior de los partidos, entre uno y otro candidato de una misma colectividad y no entre las coaliciones en competencia.

De esta forma, cada época de elecciones ha venido a radicalizar las tensiones partidarias y a poner en cuestión el propio sistema de elecciones. Por otra parte, y a propósito de la calidad de nuestra democracia, también se puede cuestionar al actual sistema electoral por dejar fuera de la carrera política a los partidos más pequeños, que sin embargo han obtenido de manera sostenida el apoyo total de alrededor de un 7% del electorado.

En la normativa actual, estos partidos no tienen ninguna posibilidad de estar representados en igual proporción en el Parlamento. Según Araujo, el mecanismo electoral chileno amenaza el principio de representatividad que orienta políticamente a las sociedades democráticas.

En efecto, el sistema electoral chileno no persigue la representatividad de todos los sectores políticos y partidos del país, sino la estabilidad de la institucionalidad política y la distribución del poder entre las dos mayores fuerzas políticas. En este sentido, la lógica de distribución del poder que constituye al sistema electoral chileno, posee un carácter cerrado, por cuanto asegura la reproducción del poder en manos de las dos mayores fuerzas políticas y no presenta posibilidades de representación popular a fuerzas políticas de carácter minoritario existentes en la sociedad.

También, pone obstáculos a la emergencia de actores/as nuevos/as en el espacio político, ya que presenta una resistencia a la renovación, que hace que lo central esté en ser incorporada/o en la lista de la coalición y no en el voto popular. Las propuestas alternativas o de candidaturas independientes tienen poca o escasa posibilidad de ser exitosas por las condiciones del propio sistema.

Éste contribuye además, a la exclusión de las mujeres en la nominación de las candidaturas políticas, en tanto la cultura político partidaria que existe en nuestro país, no las reconoce con posibilidades reales de ser elegidas, aún cuando las encuestas y los votos demuestran lo contrario.

Ahora bien, si uno de los principios fundamentales de la democracia es que todos los ciudadanos tengan la posibilidad de elegir a sus representantes en el poder político, así como de ser elegidos, cabe preguntarse -a 15 años del retorno del sistema democrático- acerca de la calidad de nuestra democracia y los avances necesarios para su profundización.

Corresponde, entonces, sostener un debate sustancial y con verdadera voluntad política para eliminar los obstáculos que frenan la profundización de nuestra democracia. Uno de ellos, ha quedado de manifiesto, es el sistema electoral binominal. Los expertos coinciden en señalar que un sistema electoral proporcional sería un mecanismo apropiado y necesario para avanzar en la profundización y calidad de la democracia, ya que éste persigue una representatividad más balanceada en beneficio de la diversidad de expresiones políticas de nuestra ciudadanía.

Esto daría mayor oportunidad a jóvenes, mujeres y otros tradicionalmente excluidos de la carrera política.En fin, la reforma constitucional aprobada recientemente, y que llevará la firma del Presidente Ricardo Lagos, proveerá a nuestro país de una renovada Carta Magna, que puede interpretarse como el puntapié inicial para la remoción de una serie de leyes constitucionales heredadas de la dictadura militar.

Al menos, el Presidente ha enunciado una serie de proyectos de ley en los que destaca la modificación del sistema electoral binominal. Resta, entonces, observar las discusiones político parlamentarias que se sucederán hasta antes de las próximas elecciones, ya que, al decir de Line Barreiro, todo mecanismo electoral es un mecanismo que se pacta y se pacta conforme a la situación, a la disputa, al pacto político que se establece en una sociedad determinada o en una institucionalidad determinada.

Los mapuches y el sistema binominal


A continuación presento un artículo de Daniel Vak, que considera el impacto del sistema binominal en otra minoría (ya habíamos visto el caso de las mujeres y el de los comunistas e integrantes del pacto Juntos Podemos).
Los Mapuches y el sistema binominal
Por Daniel Vak:

Nuevamente estamos frente a las elecciones. Este año debemos elegir presidentes y representantes en el parlamento. Para algunos la tortilla ya está cocinada, pero para otros, en especial para los candidatos independientes, su receta si siquiera puede ser presentada en las franjas electorales de la televisión abierta.
Los dos segundos otorgados por la ANATEL, son una broma, más que un ejercicio de libertad de expresión y de participación ciudadana. El tiempo en televisión es sólo una manifestación de nuestro poco democrático sistema electoral binominal.
En el año 2001 prepare un reportaje sobre las elecciones y los Mapuches. Han pasado algunos años y las cosas se mantienen más o menos en el mismo estado.

Los Mapuches y el sistema binominal
A pocos días de efectuarse las elecciones parlamentarias 2001 vuelve a ponerse en la agenda publica el tema del sistema binominal y lo poco representativo e injusto de este legado de la dictadura militar.
Existen varios sectores de la sociedad chilena sin representatividad en el parlamento chileno, debido al actual sistema electoral y este es el caso del pueblo mapuche, que desde 1973 no cuenta con representantes (propiamente mapuches) en el congreso Chileno.
Representates historicos
El año 1924 fue elegido diputado por el Partido Demócrata el profesor primario don Francisco Melivilu, con lo cual se inicia la presencia mapuches en el congreso chileno. Su gran pasión indigenistas y sus discurso que reivindicaban la raza fueron muy intensos en la cámara, lamentablemente Melivuli murió muy joven quedando incompleta su obra política.
Después de algunos años los mapuches lograron elegir a varios diputados (algunos por el partido demócrata, otros por agrupaciones nacionales) Arturo Huenchullán fue diputado demócrata y Manuel Manquilef diputado liberal. Venancio Coñoepán, Esteban Romero, y José Cayupi fueron elegidos varias veces diputados -un característica que llama la atención es que estos diputados representaban la opción integrista y conservadora del país -.
Sin lugar a dudas, Coñoepan fue la figura mapuche más relevante de la política chilena, durante el gobierno de Carlos Ibañez fue nombrado ministro de tierras y colonización. El cargo más importante que ningún otro mapuche ha obtenido en el aparato estatal chileno. Muere en los años 70 siendo diputado por la provincia de Cautín.
El golpe de 1973 termina con democracia y uno de los últimos diputados mapuches Rosendo Huenuman (PC) es detenido y desaparecido.
El momento actual
Francisco Huenchumilla, diputado Demócrata Cristiano y único representante Mapuche en el congreso nacional, sostiene que las razones de la poca representatividad de los pueblo originarios son varias, pero la más importante es el sistema binominal que favorece la creación de grandes bloques, pero también admite que las organizaciones indígenas no tiene una plataforma política común, sin un fin único que logre unirlos.
En palabra del diputado "Los mapuches y la opinión publica en general deben tener claro que las organizaciones gremiales y sociales, no buscan representación política ni pertenecer al aparataje del estado chileno"
Es por eso que para lograr representatividad existen los partidos políticos , un buen ejemplo es la cantidad de concejales de ascendencia mapuche que lograron ser elegidos siendo miembro de un partido político
Para Juan Hianquelef, director de cultura de la CONADI (corporación nacional indígena), la única forma de lograr representación es siendo parte de un partido, pero esto se transforma en un arma de doble filo, ya que el pueblo mapuche termina siendo usado para fines electorales.
Una mirada academica
La opinión de Francisco Rojas Aravena, analista político y Director de FLACSO-Chile es que debido al sistema electoral chileno, lo más probable es que, independientemente de los resultados, que van a ser muy estrechos, se tienda a repartir el Congreso prácticamente en mitades. Chile tiene un sistema binominal en el que se eligen dos representantes por cada Circunscripción electoral, donde con un tercio se obtiene un representante que equivale al 50% de la representación. Esto es lo que lo hace un sistema electoral poco democrático, no proporcional.

El Senado, por otra parte, es muy particular: hay 38 senadores electos en forma democrática, directa, por sufragio universal; 10 senadores designados - según lo determina la Constitución del ‘80- a través del Consejo de Seguridad Nacional y de otros mecanismos no democráticos; y 2 senadores vitalicios que son el ex presidente Eduardo Frei y el general (R) Augusto Pinochet - como este último está desaforado no ejerce su función -. De los 38 parlamentarios que se eligen, la mitad debe renovarse en diciembre, y dada la magnitud de las Circunscripciones electorales es muy difícil que haya una parte donde un sector logre doblar al otro, es decir que obtenga el 66% de los votos necesarios para conseguir dos senadores, así que lo más probable es que queden 9 senadores para el gobierno y 9 para la oposición.
Lo cuestionable es que con un 30% de los votos se obtenga el 50% de la representación, porque al eliminar esta proporcionalidad deja sin posibilidad ninguna de representación política a lo que hoy en día se conoce como la " izquierda extra-parlamentaria " y otras minorías como los Mapuches. Esta situación los empuja fuera del sistema y afecta las capacidades de gobernabilidad, porque un sector político que tendría una representación que puede fluctuar entre el 4 y el 8% se está dejando afuera del debate del sistema político, y es un sector organizado que tiene el control de organizaciones sociales significativas. Por lo tanto, el cuestionamientos al sistema binominal tiene que ver con esto.

Breve perfil electoral de Chile

Población total del país : 14.900.000 Hbs. Aproximadamente.

Numero de Electores : 8.089.163 Electores al 29 de Octubre del 2000.

Mecanismos Electorales:

La presidencia de la República: se logra, obteniendo la primera mayoría con el 50% más uno de los sufragios validamente emitidos, es decir, excluyendo votos nulos y blancos.

A este resultado se puede acceder en la Primera vuelta (como fue el caso de P. Aylwin en 1989 y E. Frei en 1993) o en segunda vuelta (balotaje) como fue el caso de R. Lagos en el 2000.

El periodo presidencial es de seis años sin derecho a reelección.

El Congreso Nacional: posee dos cámaras legislativas, Senadores y Diputados, cargos de elección popular mediante un sistema electoral denominado binominalismo, lo cual opera tanto en los distritos diputacionales como en las Circunscripciones Senatoriales.

El Senado de la República se compone de 38 miembros electos por
votación popular y 9 Senadores designados, a lo que se suman los ex– jefes de Estado, los que en la actualidad son 2. El total de la cámara alta llega a 49 Senadores.
Los 38 Senadores electos, representan a 19 Circunscripciones a lo largo del país, por un periodo de 8 años, con derecho a reelección.
Cada Circunscripción elige a dos Senadores, con el mismo sistema
binominal de los diputados.
La Cámara de Diputados de compone de 120 miembros, representantes de 60 distritos a lo largo del país, por un periodo de 4 años con derecho a
reelección. Cada Distrito elige a dos diputados, dando el total de los 120.

La fuerza del sistema binominal

A propósito de las próximas elecciones, el analista Pepe Auth de Chile 21 desmenuza la intervención del sistema binominal en cada uno de los procesos electorales anteriores, desde el retorno de la democracia. Este es un pequeño extracto del informe que nos hizo llegar vía correo electrónico. Reproducimos la parte que nos concierne, el resto son principalmente gráficos y números...En este artículo, Auth explica cómo ha afectado la presencia de este sistema a las minorías comunistas e independientes, y cómo ha cambiado el curso de cada elección:

El sistema electoral usado en las elecciones parlamentarias chilenas alienta una fuerte concentración de votos y de escaños en las dos principales fuerzas políticas, constituidas éstas como coaliciones, más o menos forzadas, más o menos voluntarias, para sobrevivir bajo este sistema.
Si revisamos los cuatro certámenes parlamentarios desde su puesta en vigor, nos daremos cuenta que de los 574 diputados y senadores electos, sólo 8 -apenas algo más del 1%- han llegado a la Cámara de Diputados en calidad de independientes o integrando listas distintas de la Concertación de Partidos por la Democracia y de la alianza constituida por los partidos Renovación Nacional y la UDI.
Si, además, analizamos en detalle estas supuestas perforaciones del binominalismo, veremos que no lo son tanto. En 1989, como parte del acuerdo por omisión de la Concertación y de la alianza de partidos de izquierda que incluía al Partido Socialista, al mismo tiempo integrante de la coalición mayoritaria, 2 diputados resultaron electos en la lista PAIS, ambos socialistas. Juan Martínez en Coronel (distrito 45), pues su lista aventajó a la Derecha y llegó tras la Concertación, cuya dupla estaba conformada por un democratacristiano y un radical; Juan Pablo Letelier, en dupla con un radical, aventajó estrechamente a la lista de la Concertación, constituida por otro radical y un liberal. En verdad, en 1989 se trató de un acuerdo político electoral para horadar el binominalismo, que sólo resultó en dos distritos del país, beneficiando en ambos a candidatos del Partido Socialista, integrante de la coalición que conquistaba entonces el Gobierno.

En 1993 todos los parlamentarios salieron de las dos coaliciones principales. En 1997, la UCCP -el partido del ex candidato presidencial y entonces Senador Francisco Javier Errázuriz- optó por concentrar sus esfuerzos en 13 distritos, logrando elegir dos diputados en la Sexta Región -su esposa M. Victoria Ovalle en Santa Cruz (dist. 35) y el diputado Alejandro García-Huidobro, ya electo en 1993 cuando este partido integró la coalición de centroderecha. En 1997 también se hicieron elegir dos candidatos independientes fuera de pacto, el diputado DC por San Antonio (dist. 15) Samuel Venegas, que había renunciado a su partido al no ser nominado como candidato, y la figura local Rosa González, que aventajó a la lista RN-UDI en Arica (dist. 1). La diputada Ovalle abandonó la política, los diputados García-Huidobro y Rosa González ingresaron a la UDI, mientras el diputado Venegas reingresó a la Concertación, afiliándose al Partido Radical Socialdemócrata.
En 2001, sólo un diputado provino de fuera de las dos listas principales. El ex Alcalde Socialista de Arica concursó como independiente, aventajando a la Concertación y a la Alianza por Chile, dejando fuera al diputado de Gobierno. No se trataba, en rigor, de una candidatura independiente, pues compitió bajo un cierto acuerdo con el Partido Socialista, al que se reincorporó al ingresar a la Cámara.El origen y destino de los diputados que perforaron el binominalismo, habla de la gran dificultad para ser electo sin pertenecer a alguna de las dos grandes coaliciones, así como también de la poderosa atracción que ejercen éstas para asegurar la sobrevivencia política de los parlamentarios.
El Partido Comunista
Los comunistas han fracasado sistemáticamente en su intento por ingresar al Parlamento bajo este sistema electoral. Porque, aunque en algunos distritos el PC consigue votaciones importantes, no logra superar en votos a la Concertación o a la Derecha. En 1989 estuvieron muy cerca, ayudados por la omisión PS y PPD en la lista de la Concertación en algunos distritos, como fue el caso de Copiapó (dist. 5) y Cerro Navia (dist. 18).
Más tarde, han obtenido en ocasiones buenas votaciones en algunos distritos, como Illapel (9), Pudahuel (16), Cerro Navia (18) con Gladys Marín, San Miguel (28), San Fernando (34), Talcahuano (43), Lota (46) y coyhaique (59), pero siempre muy lejos de la posibilidad de elegir diputados.

El PC compite ahora en alianza con el Partido Humanista, que ha presentado su propia lista parlamentaria desde 1993, cuando abandonó la Concertación. Esperanzados por un excelente resultado en las últimas elecciones municipales (9,14% en votos para Concejales), la lista de la Izquierda Extraparlamentaria, aunque presenta candidatos en prácticamente todo el país, al parecer concentrará sus esfuerzos en un número limitado de distritos. Según propia explicitación, competirían con posibilidades en Copiapó (5), Vallenar (6), Illapel (9), Pudahuel
(16), Conchalí (17), San Miguel (28), Coronel (45) y Lota (46).
Como en ninguno de los distritos señalados tiene la más remota posibilidad de superar en votos a la Concertación, toda su expectativa es aventajar a la Derecha. Pero sólo ingresará a la competencia por algún escaño si logra empinarse sobre 25% de los votos, situación virtualmente imposible para Juntos Podemos en Copiapó, Vallenar, Pudahuel y Conchalí.
En Illapel y San Miguel, por la presencia de Jorge Insunza y Claudina Muñoz, que ya han probado su capacidad de conquistar electores, podrían tener alguna posibilidad, siempre y cuando la lista de la Concertación no integre candidatos del PPD o PS. En Coronel, Iván Quintana tiene un gran potencial, pero debe superar al UDI Sergio Bobadilla, que llevó a la Derecha al 30% en 2001; en Lota deben desalojar al diputado UDI Iván Norambuena, cuya lista acumuló 36% en la elección anterior, difícil tarea entregada al Presidente del Partido Comunista, Guillermo Teiller, fortalecido por la compañía del ex Alcalde Socialista de Lota, quien obtuvo una sólida votación como candidato independiente en 2004.
Los Independientes
Es posible, por otro lado, que el terremoto causado por la explosión de candidaturas independientes en las Municipales pasadas tenga al menos una réplica en las próximas Parlamentarias. Es previsible que, alentados por la experiencia exitosa de algunos en 2004 y el aliciente de la ley de financiamiento de campañas, haya más candidaturas independientes.
Ya hay algunos indicios, con la renuncia al partido del diputado RN Carlos Vilches, del ex diputado DC Sergio Velasco y del pre-candidato RN en Arica, Nino Baltolú, entre otros. Aunque no signifique la conquista de escaños, la presencia y la votación de estos candidatos independientes puede ser determinante para permitir o impedir el doblaje de la Concertación en algunos distritos. Valga recordar que si en 1989 hubo 19 candidatos fuera de los pactos, éstos se redujeron a 4 en 1993 y a 2 en todo Chile en 1997, aumentando de nuevo a 16 en la elección parlamentaria de 2001.
El Partido del Norte presentará, seguramente, candidatos en los distritos de las Regiones de Tarapacá y Antofagasta, probablemente también en alguno de Atacama y de la Cuarta Región.
Podrían disputar el escaño con la derecha en Iquique (distrito 2), presentando a María Inés Macchiavello, que estuvo a punto de ganar la alcaldía en Alto Hospicio, en todos los demás actuarán como fuerza testimonial, cuya votación será determinante en la elección de los candidatos que sí entren en la competencia por el escaño.

Mujeres y el binominal



En un reciente estudio de gobernabilidad, realizado por Claudio Fuentes, Maercela Ríos y Andrés Villar, del Flacso(www.flacso.cl) , los autores concluyen que las mujeres se ven afectadas por el sistema binominal. El texto dice así:
"Una de las principales explicaciones para
la baja participación electoral de las
mujeres es el sistema electoral binominal.
Dada sus semejanzas a los sistemas
mayoritarios, la evidencia empírica
muestra que la representación de la mujer
se ve seriamente afectada con este tipo
de sistema electoral y en este caso con
el binominal sucede lo mismo. Por lo
general, las minorías étnicas y de género
se ven perjudicadas con sistemas
electorales que no privilegian la
representatividad."

El estudio analiza la participación de las mujeres en cada elección parlamentaria desde el retorno de la democracia, dando cifras reveladoras al respecto. También, el documento permite apreciar el grado de participación que cada partido da a las mujeres. Éste se llama: Mujeres en política: ¿será el 2005 el tiempo para ellas? y lo puedes encontrar actualmente en la página de portada de Flacso (www.flacso.cl).

El sistema binominal según la Constitución de 1980


El sistema binominal nace con la Constitución de 1980, cuyo principal gestor fue el asesinado senador Jaime Guzmán Errázuriz, a pesar de que en torno a ella giró la famosa comisión Ortúzar como constituyente. En dicha comisión participó el ex-presidente Eduardo Frei padre. Su hija, la senadora Carmen Frei, argumenta que Frei fue asesinado por oponerse a la carta fundamental, tras lo que habría sido envenenado por agentes de la Central Nacional de Informaciones, CNI. Frei consideraba la nueva constitución como antidemocrática, al no proponer un sistema realmente representativo de elecciones: que salga el candidato con mayor votación. El sistema binominal impone las listas: es la lista con más votos la que saca candidato.
En lo concreto, a continuación está reproducida la parte de la constitución de 1980 que se refiere al proceso electoral:

"Sistema binominal
LO QUE DICE LA CONSTITUCIÓN

Si bien la Carta Fundamental se refiere a la elección de las autoridades de gobierno a través de votación directa, cita a la ley orgánica constitucional respectiva que especifica el uso de un sistema binominal.

Ley No. 18.700 Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios
Título V
Del escrutinio general y de la calificación de elecciones
Párrafo 1
De la Calificación de Elecciones

Art. 109. Tratándose de elecciones de Presidente de la República, el Tribunal proclamará elegido al candidato que hubiere obtenido más de la mitad de los sufragios válidamente emitidos. Para estos efectos, los votos en blanco y nulos se considerarán como no emitidos.

El acuerdo del Tribunal Calificador de Elecciones por el que proclama al Presidente electo se comunicará por escrito al Presidente de la República, al Presidente del Senado y al candidato elegido.

Si ninguno de los candidatos a Presidente de la República hubiere obtenido la mayoría absoluta señalada en el inciso primero de este artículo y para los efectos de lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 26 de la Constitución Política, el Tribunal hará la correspondiente declaración, indicando los candidatos que hayan obtenido las dos más altas mayorías relativas y ordenará su publicación en el Diario Oficial, lo que deberá efectuarse en el día siguiente hábil al del vencimiento del plazo establecido en el inciso primero del artículo 27 de la Constitución.

Art. 109 bis. En el caso de elecciones de Parlamentarios, el Tribunal proclamará elegidos Senadores o Diputados a los dos candidatos de una misma lista, cuando ésta alcanzare el mayor número de sufragios y tuviere un total de votos que excediere el doble de los que alcanzare la lista o nómina que le siguiere en número de sufragios.

Si ninguna lista obtuviere los dos cargos, elegirá un cargo cada una de las listas o nóminas que obtengan las dos más altas mayorías de votos totales de lista o nómina, debiendo el Tribunal proclamar elegidos Senadores o Diputados a aquellos candidatos que, dentro de cada lista o nómina, hubieren obtenido las más altas mayorías.

Si el segundo cargo por llenar correspondiere con igual derecho a dos o más listas o nóminas, el Tribunal proclamará electo al candidato que hubiere reunido mayor cantidad de preferencias individuales.

En caso de empate entre candidatos de una misma lista o entre candidatos de distintas listas o nóminas, que a su vez estuviesen empatadas, el Tribunal procederá, en audiencia pública, a efectuar un sorteo entre ellos, y proclamará electo al que salga favorecido.



Ley Nº 18.695 Orgánica Constitucional de Municipalidades
Título V
De las Elecciones Municipales
Párrafo 4º
Del escrutinio general y de la calificación de las elecciones

Art. 118. Para determinar al alcalde y los concejales elegidos, el Tribunal Electoral Regional deberá seguir el procedimiento indicado en los artículos siguientes.

Art. 119. Para establecer los votos de lista, el tribunal sumará las preferencias emitidas a favor de cada uno de los candidatos de una misma lista.

Art. 120. Para determinar el cuociente electoral, los votos de lista se dividirán sucesivamente por uno, dos, tres, cuatro, y así sucesivamente, hasta formar tantos cuocientes por cada lista como concejales corresponda elegir. Todos estos cuocientes se colocarán en orden decreciente hasta tener un número de ellos igual al de cargos por elegir. El cuociente que ocupe el último de estos lugares será el cuociente electoral y permitirá determinar cuántos son los elegidos en cada lista mediante la división del total de votos de la misma por dicho cuociente.

Sin embargo, en el caso del Nº 3 del artículo 121, el cuociente electoral pasará a ser el que siga en el orden decreciente a que se refiere el inciso anterior si el cargo sobrante fuera uno, o el que le siga, si fueren dos y así sucesivamente, si fueren más.

Art. 121. Para determinar los candidatos elegidos dentro de cada lista se observarán las siguientes reglas:

1) Si a una lista corresponde igual número de concejales que el de candidatos presentados, se proclamará elegidos a todos éstos.

2) Si el número de candidatos presentados es mayor que el de los concejales que a la lista corresponda, se proclamará elegidos a los que hubieren obtenido las más altas mayorías individuales, a menos que la lista corresponda a un pacto electoral, caso en el cual se aplicará la norma del artículo siguiente.

3) Si el número de candidatos de una o más listas es inferior al de concejales que le haya correspondido, el cuociente será reemplazado en la forma señalada en el inciso segundo del artículo precedente.

4) Si, dentro de una misma lista, un cargo correspondiere con igual derecho a dos o más candidatos, resultará elegido aquel que haya obtenido el mayor numero de preferencias individuales y, en caso de que persista la igualdad, se procederá por el Tribunal Electoral Regional al sorteo del cargo en audiencia pública.

5) Si el último cargo por llenar correspondiere con igual derecho a dos o más listas o candidaturas independientes, resultará elegido el candidato de la lista o independiente que haya obtenido mayor número de preferencias individuales y, en caso de que persista la igualdad, se procederá por el Tribunal Electoral Regional al sorteo del cargo en audiencia pública.

Art. 122. Para determinar los candidatos elegidos en una lista en la cual existan pactos o subpactos, se procederá a sumar las preferencias de los candidatos incluidos en cada uno de los partidos o de los subpactos, según sea el caso.

El total de votos válidamente obtenidos por cada partido o subpacto se dividirá por uno, dos, tres, cuatro, y así sucesivamente, hasta formar por cada uno de los partidos o subpactos tantos cuocientes como cargos corresponda elegir a la lista. Todos esos cuocientes se ordenarán en forma decreciente y el que ocupe el ordinal correspondiente al último de los cargos por elegir por la lista será el cuociente de los partidos o subpactos de la misma. El total de votos de cada partido o subpacto deberá dividirse por dicho cuociente para determinar cuántos cargos corresponderá elegir al respectivo partido o subpacto.

Si el número de candidatos de algún partido o subpacto fuere inferior al de concejales que les correspondiere, o si el candidato independiente que no se hubiere integrado a un subpacto, obtuviere votos suficientes para elegir más de un cargo, el cuociente aplicable pasará a ser el que siga en el orden decreciente a que se refiere el inciso anterior, si el cargo sobrante fuera uno, o, el que le siga, si fueren dos y así sucesivamente.

Dentro de cada partido o subpacto, los candidatos preferirán entre sí según el número de votos que hubieren obtenido.

Art. 123. Las listas que incluyan pactos entre partidos políticos o subpactos podrán incluir una o más candidaturas independientes. Cuando un pacto electoral incluya la postulación de uno o más independientes, para los efectos de determinar los cargos a elegir en la lista los votos de cada candidato independiente, que no forme parte de un subpacto, se considerarán separada o individualmente, como si lo fueran de un partido político integrante del pacto.

Art. 124. Para los efectos de lo dispuesto en los artículos precedentes, cada postulación o candidatura independiente, que no forme parte de un pacto, se considerará como si fuera una lista y tendrá el tratamiento propio de ésta.

Art. 125. Será elegido alcalde el candidato a concejal que haya obtenido la primera mayoría en la comuna y que además pertenezca a una lista o pacto que cuente, a lo menos, con el treinta por ciento de los votos válidamente emitidos en la respectiva elección, excluidos los votos en blanco y los nulos, según lo determine el Tribunal Electoral Regional competente.

De no cumplirse lo señalado, será elegido alcalde el candidato a concejal que haya obtenido la primera mayoría comunal y cuya lista o pacto haya alcanzado la mayor votación en la comuna.

En caso de no verificarse ninguno de los supuestos anteriores, será elegido alcalde el candidato a concejal que haya obtenido individualmente la mayor votación dentro de la lista o pacto mayoritario en la comuna.

Si se produjere un empate entre dos o más candidatos que hayan obtenido la primera mayoría individual, será elegido alcalde aquel de los empatados que integre la lista o pacto que haya obtenido la mayor votación.

Si se produjere un empate en la primera mayoría individual entre dos o más candidatos que integren una misma lista o pacto, se procederá por el Tribunal Electoral Regional, en audiencia pública, al sorteo del cargo de alcalde entre los candidatos empatados.

Si se produjere empate entre dos o más candidatos que hayan obtenido la primera mayoría individual en una misma lista o pacto y éste contemplare subpactos, será elegido alcalde el candidato a concejal del subpacto que haya obtenido la mayor votación dentro del pacto.

Si se produjere empate entre dos o más candidatos que hayan obtenido la primera mayoría individual en un mismo subpacto, se procederá por el Tribunal Electoral Regional, en audiencia pública, al sorteo del cargo de alcalde entre los candidatos empatados.

Art. 126. Dentro de los dos días siguientes a aquél en que su fallo quede a firme, el Tribunal Electoral Regional enviará una copia autorizada de la parte pertinente del mismo y el acta complementaria de proclamación, en lo que se refiera a las respectivas comunas, al intendente y al secretario municipal de cada una de las municipalidades de la provincia. Comunicará, al mismo tiempo, su proclamación a cada uno de los candidatos elegidos.

Una copia completa del fallo y de su acta complementaria se remitirá, además, por el presidente del Tribunal Electoral Regional respectivo, al Ministro del Interior y al Director del Servicio Electoral, con el objeto de que tomen conocimiento del término del proceso electoral municipal.

Debido al sistema binominal, las minorías políticas difícilmente pueden romper el equilibrio de los bloques partidistas.

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POSTURAS


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El sector oficialista propone emplear en las elecciones de diputados y senadores "un procedimiento que dé por resultado en la práctica una efectiva proporcionalidad en la representación de los partidos políticos e independientes".
Por su parte, la UDI acepta retirar de la Constitución el mecanismo electoral y dejarlo como una ley de quórum calificado que respete la misma mayoría que requiere una reforma constitucional (cinco séptimos), para así avanzar con el resto de las reformas.
Fuente. La Tercera

Tuesday, October 18, 2005

¿Qué opinan los candidatos del binominal?

Tras quince años, falta una democracia plena
Chile: la alegría aún espera
Salario mínimo, plan AUGE, flexibilidad laboral, crédito estudiantil para todas las opciones educativas, protección al medio ambiente…A pesar de la esperanza de haber recuperado la democracia luego del triunfo del No en 1988, un gran escollo sobrevive con el nombre de sistema binominal. Y cada candidato tiene su propia postura al respecto.
Por Rodolfo García M.

Antes de ser asesinado, Jaime Guzmán gana la plaza de senador por Santiago Poniente, a pesar de tener varias decenas de miles de votos menos que su oponente, el actual mandatario Ricardo Lagos. De esta forma, pasaba lo mismo en todo Chile y a lo largo de cada elección parlamentaria: el resultado, sin importar los números, sería siempre la mitad de asientos para cada bloque (izquierda y derecha).

Este sistema haría que el poder de voto de la minoría opositora en ambas cámaras (la de senadores y la de diputados), pasara de un tercio a un 50 por ciento. ¿Matemáticas absurdas? Difícil, dado el peso que las leyes votadas en el seno del poder legislativo tienen para cada habitante del territorio nacional.
¿Jubilación? ¿Normas para las bases de las AFP? ¿Educación? ¿Salud? ¿Televisión abierta? ¿Freno con subsidios al precio de la bencina? ¿Regular las fuentes de contaminación? Todo eso y más se decide en las sesiones de debate en el Parlamento, con sede en Valparaíso y, ahora también, en Santiago.
Es por ello que varias facciones políticas se encuentran diseñando una nueva estructura electoral, para que cada voto vea su prolongación en escaños, y no sea perdido a través de este filtro que le da a dos grupos mayoritarios uno y uno, sin considerar apenas los números reales.
Renovación Nacional (RN), el Partido Socialista (PS), la Democracia Cristiana (DC), intelectuales de la fundación Chile 21 y el Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad Católica son los grupos que están preparando cada uno su propio proyecto. Su carta secreta a sacar “a la vuelta” de las elecciones presidenciales y parlamentarias de este año.
Es más, en los comandos de cada candidato existe una posición disímil y confrontacional con respecto al tema. Una piedra de tope que cada cual sabrá cómo negociar con su contrincante durante el próximo período, porque viene a ser EL tema pendiente que será lanzado sobre el tapete, apenas todo vuelva a la normalidad.
Es el verdadero fin de la transición y existe una ansiedad urgente y subterránea por saber cómo se solucionará este dilema y en qué condiciones.
La UDI niega importancia
-“Éste es un tema artificial que ha querido imponer la Concertación. Lo que quiere la gente es trabajo, salud y oportunidades”, afirma Evelyn Chain, del comando del senador de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Jovino Novoa, uno de los pocos en apoyar abiertamente el binominal, siguiendo la línea de su conglomerado.

-“La masa, que es un noventa por ciento de la gente de este país, no sabe, no tiene idea, siquiera, de lo que es el sistema binominal. Y al 10 por ciento que sí sabe de qué se trata esto, no le interesa”, agrega, enfática y desdeñosa, la vocera del autoproclamado “Partido Popular”.

El argumento esgrimido por la UDI es que este método electoral le ha dado “estabilidad” al país, ya que ha fijado dos bloques de 50 y 50 por ciento de representación en el Parlamento. -“¿Si existe algo mejor, por qué no lo presentan?”, inquiere Chain.

En la tienda del lado en la Alianza por Chile, en RN, la sensación es muy distinta respecto a este propósito. En el comando de Sebastián Piñera, ya se están buscando alternativas para “perfeccionar el sistema”, según la vocera del candidato, Carla Munisaga.

-“El sistema binominal tiene dos partes. La primera, una súper-negativa que afecta a la democracia. Pero, por otra, ayudó a realizar una transición estable con dos grandes bloques. Esto es asunto superado y hay que mejorar el sistema”.

“No hay democracia con política enferma”, declaró hace un tiempo Piñera, aludiendo a la necesidad de reformular las bases electorales chilenas. Según Munisaga, las últimas reformas constitucionales permiten que sea mucho más fácil hacerlo, ya que bajó la cantidad de votos necesarios para aprobar una iniciativa de este tipo en el Congreso.
Valga decir que ésta ha sido la piedra de tope en los intentos de los tres presidentes de la Concertación, hasta el momento. Aylwin, Frei y Lagos…Cada uno buscó, en su momento, afrontar la quimera. Cada cual fracasó. Se requería, hasta ahora, de una mayoría inalcanzable sin el visto bueno de sus oponentes: dos tercios (casi 70 por ciento).
El “gran capítulo pendiente de la transición”
-“Éste es un sistema perverso”, lanza lapidario Óscar Godoy, del Centro de Estudios Públicos (CEP) y especialista del Instituto de Ciencias Políticas (ICP) de la Universidad Católica. -“Lo que existe en la actualidad deberá ser reemplazado inevitablemente, ya que minorías relevantes como el pacto Juntos Podemos - liderado por el Partido Comunista - obtienen una votación del 10 por ciento y ninguna representación parlamentaria. El binominal no logra representar a nuestra sociedad”.
El experto cataloga el problema como “el gran capítulo pendiente de la transición” ya que es la forma en que los ciudadanos manifiestan su voluntad.

Esta opinión es compartida en el Comando de Michelle Bachelet, donde queda de manifiesto que para la candidata oficialista, “este sistema no debe ser”. -“Se comparte que el sistema es injusto y que las minorías deben estar representadas en el parlamento”, declara Carolina Alid, voz oficial del comando. Como propuesta no se ha incluido en el programa, ya que es algo que viene después de las elecciones, una vez que la Concertación haya decidido entre los múltiples proyectos que se debaten en su interior con este propósito. Se sabe que esto tiene que cambiar. La interrogante es cómo.

La verdad es que proyectos existen varios. RN tiene el suyo, pero también Adolfo Zaldívar, presidente de la DC, quien se ha declarado en pos de un sistema proporcional. Al interior del Partido Socialista (PS) se debaten varias posibilidades, asegura Pepe Auth, doctor en Sociología de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales en París y uno de los directores de la fundación Chile 21.

Auth es autor del artículo “De un sistema proporcional excluyente a uno incluyente”, el que busca soluciones en cuanto a remplazar el binominal por una estructura más justa y representativa. El doctor en sociología comenta que Michelle Bachelet tiene que “ordenar la casa”, primero, para regular las voces disidentes a lo largo de toda la Concertación y extraer un proyecto único.

Godoy, del CEP, acota que el debate es vital para el país, para llegar a una democracia en términos más reales, donde las minorías no estén sobre-representadas, como considera que es el caso de la oposición. -“Es importante de que hayan propuestas y si hay muchas, tanto mejor.” El cientista político adelanta que el profesor David Altman del ICP de la UC, también está
preparando la suya.

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rodolfo y antonio Posted by Picasa

Sistema binominal

Parte de este blog estará destinado al estudio de este curioso sistema democrático llamado binominal.